Seguro que a más de uno le resulta familiar la escena -bien como víctimas, bien como “sufridores-papas”-, de la desesperación en eliminar de la cabeza estos pequeños chupasangre.
Tras el descubrimiento de estos minúsculos insectos, le sucede un sinfín de rituales: aplicación de lociones, peinado de liendres, lavado de ropa de cama y largas, largas, largas horas de trabajo intentando eliminarlos.
Y es que la visita de estos pequeños insectos puede resultar una verdadera locura.
Pero, ¿qué son exactamente? Los piojos son ectoparásitos que anidan en el ser humano y se alimentan de nuestra sangre. Al alimentarse inyectan una toxina que resulta irritante e incluso produce picor. ¡Pero tranquilidad! No transmiten enfermedades. Eso sí, se adhieren fuertemente al cabello con sus patas que parecen tener pegamento en sus diminutos dedos. No pueden volar ni saltar (en contra de lo que muchos piensan). Pero sí que tienen una capacidad bien preocupante: se reproducen con mucha rapidez. Y es que las hembras pueden poner hasta 300 liendres durante su vida. Estas liendres tienen forma ovalada y de ellas nace una “ninfa” a los 7 a 10 días. Suelen habitar detrás de las orejas y en la zona occipital. Y si no se eliminan bien todos los huevos, continúan proliferando. Por ello es fundamental tratar lo antes posible el problema y evitar el contagio a otras personas.
Desde el SECRETO de SU os animamos a conocer tres grandes remedios naturales que previenen y eliminan la pediculosis, sin necesidad de recurrir a químicos o similares.
El aceite de Neem está basado en un aceite vegetal extraído de frutas y semillas del Árbol de Neem. De color marrón y fuerte olor -parecido al ajo- se ha utilizado en la India como medicina Ayurvédica y tradicional para afecciones de la piel (inflamaciones, acné…) y también como antiparásito e insecticida natural. Debido a ese fuerte olor se suele aplicar mezclado con aceites esenciales que rebajará su intensidad aromática. Su uso es muy efectivo.
Los aceites esenciales no matan los piojos, aunque si los ahuyentan. Es una muy buena opción para prevenirlos y mantenerlos lejos de nuestro cabello. Entre estos aceites se encuentra el aceite de árbol de té, del cual podemos añadir unas gotitas al champú, para que actué como repelente.
El vinagre de manzana es uno de los remedios naturales más populares. Su uso como aclarado del cabello al final del lavado tiene un fin importante: las liendres que están algún tiempo en contacto con el vinagre se hinchan, facilitando así su extracción.
Es responsabilidad de todos poner freno a este problema capilar. ¿Cómo? Muy fácil. Los remedios antes citados evitan la infestación no solo a quien los usa sino también su traspaso a otras personas, sobre todo en el caso de los niños los cuales se contagian fácilmente.
Espero que este post os haya sido de utilidad.
Un saludo amig@s,
Su.